Una innovadora mezcla de desechos para artesanías

Freddy Martínez llevaba 25 años trabajando como camionero, cuando en julio de 2019 un problema de salud lo obligó a tomarse un descanso por ocho meses. Este período, si bien no fue fácil, le dio el espacio suficiente para que aflorara su creatividad y gra...

Freddy Martínez llevaba 25 años trabajando como camionero, cuando en julio de 2019 un problema de salud lo obligó a tomarse un descanso por ocho meses. Este período, si bien no fue fácil, le dio el espacio suficiente para que aflorara su creatividad y gracias a eso inventó un material para hacer una artesanía y lo convirtió en un negocio.

Su emprendimiento surgió visitando la playa Los Horcones, en la comuna de Arauco, donde vive junto a su familia. “Nos gusta ir a ese lugar. Es muy poco visitado por turistas, ya que lamentablemente la playa está siempre llena de vidrios y otros desperdicios”, cuenta. 

En uno de esos paseos en los que su hija lo hizo reflexionar sobre la basura, ya que en el colegio habían estado conversando sobre el cuidado del medioambiente.  “Tomamos la decisión de recoger la basura, pero después me di cuenta que había juntado un montón grande de vidrios en el patio de la casa. Pensé qué podía hacer con eso. Entonces, lo molí y lo empecé a mezclar con otros materiales, para después de mucho ensayo y error, llegar a hacer una mezcla con la que hoy hago mis artesanías”, señala Freddy.

Tal cual. El experimento de Freddy hoy es su negocio y se llama MAI, fruto de las iniciales de sus tres hijos: Martín (17), Antonella (11) e Iñaki (10). Para preparar el material, él muele y mezcla a mano, restos de ese vidrio, cerámica y clinker, con agua y otros elementos con los que logra una pasta que al secarse queda igual que una piedra. Con esta mezcla hace portavelas, porta incienso, maceteros, cuadros y está trabajando para hacer cubiertas de muebles de cocina y vanitorios. La idea, asegura, es que estas cubiertas queden muy parecidas al mármol, igual de firmes y sean mucho más económicas, muy parecidas a la marmolina, pero tres veces más barato y de muchos colores más, ya que tiñe la mezcla con distintos jugos de vegetales. 

Freddy se dedicó cien por ciento a su emprendimiento hasta marzo de este año, su producto tuvo una muy buena acogida y vendió bastante. Exponía sus creaciones en ferias y además vendía en un local que le prestó la Municipalidad de Arauco. Si bien volvió a su labor de siempre como camionero en las carreteras de la Región de Antofagasta, durante sus días de descanso vuelve a su casa en el sur y retoma su emprendimiento. 

Freddy planea dedicarse completamente a su negocio de artesanías, está trabajando para lograr ese objetivo: está terminando de armar su taller donde instalará su máquina para triturar vidrios en un mesón que -junto con otros insumos- que fue donado por Impulso Inicial. “Debido a mis problemas de circulación en las piernas, es difícil que yo vuelva a trabajar en los camiones como antes. Además, tengo varias ideas para innovar en la oferta de mis productos, por ejemplo, quiero incorporar plástico y madera  a la mezcla con la que fabricó la artesanía”, comenta este emprendedor de Arauco. 

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