Trabajar en lo que apasiona es importante, pero también lo es reinventarse a tiempo si el negocio no renta lo necesario para crecer. Eso le pasó a Jacqueline Majluf (58), emprendedora de Recoleta que partió haciendo adornos con material reciclado, productos que llamaban mucho la atención de potenciales clientes, pero no llegaban a venderse.
Fue así como, hace dos años, Jacqueline decidió dedicarse a producir y vender cactus y suculentas. “Empecé de la nada y con escaso presupuesto, pero a la gente le empezó a gustar y a comprar. Como no era experta en el tema, empecé a investigar en Internet, revisar tutoriales y consejos para todo el proceso de plantación y cuidado. Así fui aprendiendo, aunque en un comienzo se me murieron platas por desconocimiento”, cuenta Jacqueline.
Con este nuevo foco, esta emprendedora logró nuevamente trabajar en algo que la hace feliz. A ella le encantan las plantas, incluso confiesa que les habla, les canta y les dedica mucho amor. Aprendió a hacer reproducción por hoja, proceso en el que saca la hoja a una suculenta y la pone en una tierra especial para que dé raíz. No es fácil, ya que los ejemplares se demoran en crecer y hay que tener paciencia. También ha aprendido los variados nombres de las distintas especies y a reconocer los tipos de plantas que son más difíciles.
Jacqueline pertenece a la agrupación Arte Emprende de Recoleta, que con el permanente apoyo y autorización de la municipalidad se instalan en varios puntos de la comuna para ofrecer sus productos. En estas ferias empezó a mostrar sus plantas de a poquito y le empezó a ir bien.
Durante la emergencia sanitaria, ha estado ofreciendo sus cactus y suculentas a través de las redes sociales. Empezó vendiendo por Facebook y luego continuó por Instagram. Además, hizo un grupo de clientes por WhatsApp a través del cual los asesora, resuelve dudas y da consejos para que cuiden sus plantas.
Así como ella comparte sus conocimientos, está también en permanente búsqueda de herramientas y apoyos que la puedan potenciar. “Este año estoy recibiendo apoyo de la corporación Co-Emprende, quienes entregan asesoría personalizada para mi negocio durante un año y nos apoyan para postular a fondos de Capital Semilla. Son dos profesionales que una vez a la semana, a través de clases online, nos están asesorando en ventas, redes sociales, costo y ganancias. También he hecho cursos en Serotec donde tuve una capacitación mucho más general y más enfocada en cómo difundir mis productos. Y otra buena noticia fue la donación que me entregó la Fundación Impulso Inicial, con la que pude comprar un pequeño invernadero, plantas, tierra y abono para mi emprendimiento”.
Esta emprendedora ya tiene un plan en mente para lograr sus objetivos. Además de perfeccionarse, Jacqueline quiere tener un invernadero grande, lograr hacerse un sueldo con su negocio de cactus y suculentas y, por supuesto, postular a algún fondo que inyecte capital a su emprendimiento.