La fundación «Impulso Inicial» le hizo llegar los implementos a tiempo.
Nadia Valenzuela es una profesora de Angol que se hizo conocida en noviembre del año pasado por su labor germinando semillas en gravedad cero para futuras granjas espaciales.
La docente, con un clinostato entregado por la Oficina de Asuntos Espaciales de la ONU (máquina que crea ingravidez en espacios pequeños, como recipientes), comenzó a hacer investigaciones con 20 de sus estudiantes del colegio Lucila Godoy, hasta que lograron dar con un tubérculo ideal para ser cultivado en el espacio.
Tras darse a conocer su historia, el empresario Andrónico Luksic se enteró de que en el liceo de Nadia no existía un laboratorio y anunció a través de redes sociales una ayuda para la maestra y sus alumnos: ‘Nadia Valenzuela, profesora de Angol, es uno de muchos ejemplos de docentes en Chile que se la juegan al 100% por sus alumnos y generan en ellos grandes cambios e inquietudes. ¡Felicitaciones, Nadia! Feliz de apoyarla en su investigación si lo necesita’, comentó a través de su Twitter.
La máquina estrella
‘Los materiales comenzaron a llegar el pasado siete de enero, esa fue la primera tanda. La segunda llegó en la quincena de enero y, finalmente, el seis de febrero llegó lo último: nuestro producto estrella’, dice Nadia Valenzuela.
Generador de Van De Graaff . A esta bola se refiere la docente. Es la típica esfera que al tocarla genera una electricidad que para los pelos (https://bit.ly/1hgu73e), según la docente sirve para ‘que los estudiantes puedan hacer intercambios de cargas eléctricas y entiendan en profundidad cómo interactúan los protones con los neutrones y electrones, a través de la electroestática’, comenta.
En este sentido, Nadia es clara en afirmar que cada herramienta que le ha llegado servirá para experimentar y de este modo ‘los chicos enganchan mejor con el contenido que puede ser complejo de explicar para niños de séptimo u octavo básico. Antes lo enseñaba usando un Power Point, pero es diferente hacer eso que mostrar cómo funciona con un experimento’.
Enfoque astronómico
Nadia Valenzuela asume que su fuerte es la Astronomía, por lo mismo, varias de las cosas que le pidió a la fundación del empresario, ‘Impulso Inicial’, tienen que ver con este ámbito.
Telescopio y binoculares. ‘Nos llegaron, entre otras cosas, un telescopio, unos binoculares solares que nos servirán muchísimo para ver el eclipse de sol que ocurrirá el año 2019 y también para ver cómo se desarrollan las tormentas solares hasta ese entonces’, cuenta la docente.
Mapa astronómico. Nadia agrega que pidió un mapa astronómico del hemisferio sur: ‘Quiero enseñarle a mis estudiantes que aprendan más cosas que las clásicas, podrán ver cómo son las constelaciones, apreciar el universo y les enseñaré a orientarse en la Tierra a través de entender la posición de las estrellas en el espacio’, añade, entusiasmada por comenzar un nuevo año escolar.
Estación meteorológica. Otro producto, poco usual que recibió, es una estación meteorológica con la que los estudiantes podrán conocer las condiciones atmosféricas con proyecciones de hasta tres días.
Espacio para la Biología y la Física
La profesora de Angol entiende que no solo puede enseñar su pasión por el universo, así que también se dio un espacio para interactuar con la biología.
Microscopio. ‘Pedimos un microscopio que tiene la particularidad de tener una cámara integrada, esto permite que los alumnos tomen sus muestras y las puedan explorar pasando las imágenes al computador’, cuenta la docente, que desde 2019 no solo contará con el apoyo de libros para que sus estudiantes comprendan la información.
Maqueta de ADN. Otra de las didácticas herramientas que le llegaron a la profe, es un set de ADN: ‘Es una maqueta que mide, aproximadamente, unos 30 centímetros de alto y que al unir todas sus partes queda con forma de espiral. Simula la forma del ADN con sus respectivas cinco bases nitrogenadas: la adenina, la guanina, la citosina, la timina y el uracilo. Los estudiantes pueden armarla y entender mejor cómo se conforman los nucleótidos’, dice la docente.
Tubos de ensayo. El laboratorio de la profesora también contará con tubos de ensayo y cosas básicas de cualquier otro laboratorio para que los muchachos puedan aprender haciendo: ‘Los tubos nos servirán mucho para sacar ADN de vegetales y para hacer diferentes técnicas de separación de mezclas’, comenta Nadia.
Vasos comunicantes . Además, otro producto innovador que recibió son unos vasos comunicantes que permiten estudiar el comportamiento de fluidos y explicar la ley de Pascal: ‘Son unos recipientes comunicados por su parte inferior y contienen un líquido homogéneo; de este modo se observa que cuando el líquido está en reposo ambos vasos alcanzan el mismo nivel, sin influir en la forma ni en el volumen de estos’.
La importancia de tocar
‘Yo creo que todos los niños se motivan más a participar a través de la indagación. Si uno hace una clase con plumón y pizarra no hay mucha participación. Es tedioso. Una vez leí que estamos enseñando a alumnos del siglo XXI, con profesores del siglo XX y tecnología del siglo XIX. Estamos frente a una generación muy tecnologizada. No nos podemos quedar atrás. El hecho de que los niños se sienten partícipes en el aprendizaje, lo hace más atractivo, llamativo y significativo’, asegura Nadia, quien hoy cuenta con 30 nuevos artículos científicos para comenzar sus clases.