Impulsos

“Pocholadas”: los peluches que mantienen viva la esencia de seres queridos

El talento en la costura, le ha permitido a la emprendedora Natalia Orrego, diseñar y fabricar desde hace siete años creaciones personalizadas. Los productos que más aprecian sus clientes son los “osos de memoria”, en los que captura recuerdos y les otorga una nueva vida a prendas antiguas.

El olor a colonia antigua que usaba la abuela, la camisa roja a cuadros favorita de papá o la suavidad de la primera ropita que usó un hijo al nacer. Esos son algunos de los detalles que pueden transportar a las personas a recuerdos especiales y a sentirse cerca de sus seres queridos, y que con originalidad la emprendedora de Buin, Natalia Orrego, ha sabido capturar con sus peluches de memoria. 

A través de su emprendimiento “Pocholadas”, Natalia utiliza su talento en la costura para dar origen a diversas creaciones. “Comenzamos hace más de siete años capturando las ideas de los clientes, diseñando artículos únicos e innovadores que realizamos con mucho cariño”, cuenta la emprendedora. Entre sus productos se encuentran calzas, gorros, llaveros, monederos, poleras, polerones, lazos y, por supuesto, los artículos más apreciados por sus clientes: los peluches de memoria. 

“El primer peluche que fabriqué fue a raíz de que quería conservar un recuerdo de la ropita de una de mis hijas”, recuerda Natalia. Hoy, sus clientes confían en ella prendas simbólicas de sus seres queridos, para que, tal como lo hizo en el caso de su hija, pueda capturar esos recuerdos en un oso de peluche. “Por una parte, están los peluches que confeccionamos con prendas para recordar un nacimiento o acontecimiento importante, y por otro lado, los que elaboramos para mantener vivo el recuerdo de una persona fallecida”, señala Natalia. 

La emprendedora dice que lo que más aprecia de fabricar estos productos es la reacción de sus clientes. “Algunos lloran de alegría, unos agradecen con el nudo en la garganta y otros no pueden creer en qué se puede transformar una prenda. Son tantas las emociones, que algunos solo callan y disfrutan el poder abrazar su peluche, el cual aún mantiene el olor y la esencia de sus seres queridos”, relató.

La emprendedora asegura que tiene un lindo recuerdo de todos los peluches que ha entregado, sin embargo dos experiencias la marcaron. “La primera de ellas fue un regalo que entregué la Navidad pasada. El peluche fue confeccionado para una persona que había perdido a su madre hace poco y compartió conmigo el sentimiento de gratitud y la armonía que le generó para sobrellevar su proceso de duelo. El segundo, fue un osito  a partir de una camiseta de fútbol para los hijos de un hombre que había fallecido. El niño al ver su peluche dijo: ‘me devolvió a mi papá’. Creo que con el amor que ponemos en cada producto, creamos momentos mágico”, dice con orgullo Natalia. 

Con los años, su emprendimiento ha ido tomando fuerza y sumado nuevos clientes. Con el objetivo de seguir creciendo, a principios de 2022 Natalia Orrego postuló al programa Impulso Inicial de Fundación Luksic, el que ayuda a emprendedores con apoyos concretos para que puedan alcanzar sus metas. “Conocí el trabajo de la Fundación a través de otra emprendedora. Me animé a postular y recibí ayuda a través de una máquina de coser que me permitirá agilizar mis tiempos de producción y crear artículos que antes no podía hacer”. 

Actualmente, la emprendedora se encuentra en proceso de diseñar y dar origen a nuevos productos para que “Pocholadas” se siga expandiendo y llegando a más familias que buscan mantener vivos los recuerdos de sus seres queridos. Respecto al crecimiento que ha tenido su negocio desde que comenzó siete años atrás, Natalia asegura estar “feliz de haber iniciado el camino como emprendedora. Lo que más disfruto es compartir experiencias, aprender, enseñar y poder crecer día a día”. 

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